"Las ideas mueven al mundo sólo si antes se han transformado en sentimientos"
ELIZABETH TAYLOR
Siente es el título elegido para el nuevo proyecto artístico que se llevará a cabo a lo largo del curso 2019/20. El ámbito del proyecto gira en torno al fascinante mundo de las emociones y el color.
La psicología popular sabe bien que colores y emociones mantienen entrañables relaciones.
Somos muy conscientes de estas relaciones cuando elegimos la ropa que ponernos cada día o elegimos el color para un espacio privado, procurando que el resultado sea agradable para uno mismo y los demás. El color desde el punto de vista psicológico y emocional está muy presente igualmente en el mundo de la publicidad, el interiorismo y el diseño comercial en general . Cuando se promocionan nuevos productos es crucial tener en cuenta que los consumidores posicionan la apariencia visual y el color por encima de otros factores tales como el sonido, el olor y la textura. De esta forma, las marcas desarrollan sus estrategias basándose en la conquista emocional y de los sentidos para conseguir que su producto y/o servicio sea el elegido por los consumidores.
Por otro lado, la psicología del color es un campo de estudio que está dirigido a analizar desde una perspectiva más científica cómo percibimos y nos comportamos ante distintos colores, así como las emociones que suscitan en nosotros dichos tonos.
Y evidentemente, en el arte el color ha ido marcando y condicionado técnicas y movimientos artísticos a lo largo de la Historia, siendo el fauvismo y el expresionismo dos de los movimientos artísticos de las vanguardias históricas que más explotaron la parte más emocional y visceral del color.
El Grito, Edvard Munch, 1893
Estas relaciones se reflejan también en el lenguaje cotidiano, que está plagado de expresiones como “estaba verde de envidia”, “alerta, línea o tarjeta roja”, o “ponerse rojo de ira”, ponerse "morado", un día gris, etc. En otros idiomas sucede igual, como en la expresión “feeling blue” en inglés, que significa sentirse triste. Pero hasta hace muy poco no disponíamos de ningún análisis sistemático de este tipo de expresiones, ni mucho menos de demostraciones experimentales rigurosas de la influencia que los colores ejercen sobre nuestro estado emocional. Con Siente vamos, desde la experimentación artística a través del color, a explorar este complejo mundo de las emociones.
Complejo porque -como hemos podido constatar en nuestras reuniones previas - no hay un consenso ni universalidad en las asociaciones que podemos establecer entre las emociones y el color. Hemos visto muchas similaridades pero también notables diferencias en las connotaciones que adoptan los términos del color según qué paises o culturas. Por ejemplo, en las culturas occidentales (y en algunas orientales, como la hindú), el color blanco representa lo puro e inocente (trajes de bodas, comuniones , etc) así como la limpieza , la paz y la virtud pero paradójicamente, en muchas culturas orientales y africanas es el color de la muerte.
Una gran cuestión, por supuesto, es de dónde vienen estas connotaciones. Algunas están claramente cargadas de cultura, como la del amarillo y la prensa sensacionalista, pero otras pueden estar mediadas por asociaciones muy básicas, con gran carga biológica. Por ejemplo, el rojo se relaciona con el color de la sangre (tanto sangre derramada como el enrojecimiento de la piel bien irrigada), y esto puede mediar tanto sus evocaciones negativas (violencia) como las positivas (pasión, amor ) . Pero también se asocia el rojo sistemáticamente con el peligro y la evitación a través de su uso en semáforos, señales de tráfico y otros símbolos de uso habitual en culturas concretas. Otro caso curioso es el verde que muestra algunas asociaciones con estados emocionales, como la envidia o la esperanza, pero hoy en día se asocia mayoritariamente con el ecologismo y la naturaleza, especialmente en el ámbito publicitario.
El color igualmente está asociado a un amplio elenco de supersticiones que escapan a la razón, a la lógica y a la ciencia, pero, aún así, prácticamente todo el mundo tiene alguna : el color amarillo en el teatro, ponerse ropa roja en fin de año, cruzarse con un gato negro, etc.
Y está por supuesto la cuestión de género . Como el lenguaje inclusivo y muchas esferas de la vida actual, la idea de color ha cambiado. Recordemos el azul-celeste y el rosa asociados tradicionalmente a niños y niñas respectivamente en relación a la ropa de bebés o al color de los juguetes.
«Niñas de rosa, niños de azul. Si hay montones de colores, ¿por qué solo dos combinaciones?» dice el cantante (Me llamo) Sebastián en una de sus canciones.
Afortunadamente, se está cuestionando ese vínculo esencial que creíamos cerrado, sobre todo en cuanto a género.
Se dice que el azul trae calma, seguridad y «productividad», nociones histórica y erróneamente vinculadas solamente a los hombres. Es utilizado en muchas oficinas, con sus tonos más claros en hospitales y establecimientos de esas suerte, pero es poco conveniente, al o menos, que un grupo humano monopolice este color.
Por otro lado, el rosa se ha asociado a las mujeres porque es un color que puede recordar al amor y a las emociones, una abstracción que rige clasificaciones caprichosas si de género se trata. A veces —por fortuna, cada día menos— los juguetes de niña son de un rosa más o menos oscuro que llama la atención y que se asocia exclusivamente a las mujeres.
Respecto a las emociones básicas con las que vamos a trabajar también nos hemos encontrado con mucha literatura en el ámbito siempre cambiante de la psicología con mapas y muchas categorizaciones distintas según qué autores y con una cierta ambivalencia entre lo que son emociones , sensaciones o sentimientos.
Nosotros/as vamos a centrarnos en esa acepción de la emoción como la capacidad humana para mover o remover, algo así como la de turbación y agitación del ánimo. Las emociones son el resultado de la reacción ancestral ante una situación por parte del organismo. Tanto las emociones como todas las reacciones corporales asociadas a ellas, sirven de base para los mecanismos básicos de la regulación de la vida, es decir, se encuentran fundamentalmente al servicio de la supervivencia .
Las emociones son intensas y de corta duración, preceden al sentimiento y dependen de las sensaciones y de las percepciones. El sentimiento surge como resultado de una emoción que permite que el sujeto sea consciente de su estado anímico.
En definitiva, un proyecto apasionante donde nos adentraremos con el alumnado de los diez centros participantes en el mundo del color a través de distintos proyectos donde asociaremos una serie de emociones a colores concretos con los que se ejecuran de forma colectiva distintos proyectos artísticos con los que intervenir una serie de espacios desde una perspectiva contemporánea utilizando la instalación artística como recurso expositivo. En el contexto educativo y desde la educación artística creemos que el proyecto Siente tiene gran potencial porque la sociedad y la educación que hemos recibido durante mucho tiempo nos ha entrenado para ocultar nuestros sentimentos y emociones y así no visibilizar o verbalizar lo que nos toca la fibra sensible. Sin embargo, hoy día, las inteligencias emocionales están ganando mucho terreno y relevancia en el ámbito pedagógico y educativo. El arte es un vehículo privilegiado para conducir y sacar a la luz dichas inteligencias emocionales. En este blog y en sucesivas entradas iremos dando cuenta de los progresos y novedades del proyecto. Comenzamos...
Comments